Acerinox lleva prácticamente 15 años sin tendencia, definiendo un amplio lateral plagado de vaivenes que no llevan a ninguna parte. Lo más destacable en los últimos meses es que ha reaccionado con potencia desde su zona de soporte fundamental que encuentra en los 5 euros y ya presiona una importante resistencia intermedia como son los máximos precovid-crash de primeros del pasado año.
Por ente entorno de los 10 euros discurre además una resistencia decreciente en forma de directriz cuya superación sería un argumento esperanzador de cara a próximos años, aunque para confiar en la reanudación de su tendencia aún tiene mucha tela que cortar.
Superando los 10 euros podríamos ver avances sin demasiadas dificultades hacia los 11,30/12 euros, donde mucho nos tememos que volverían las dificultades. A corto plazo no habrá debilidad destacable mientras no pierda los 8,70 euros, y sobre todo los 8,35, que podría ser un nivel de stop si alguien está interesado en buscar su ruptura alcista.
Lo más probable es que resuelva a corto plazo al alza, pero a largo plazo ya será otro cantar, y hasta que no lo confirme no confiaríamos en ello.
