Prestamos atención al Ibex Small Cap, que desde los mínimos del pasado año puede compararse con el extraordinario comportamiento del Nasdaq 100 tecnológico. De mínimo a máximo un 103% de revalorización del índice de empresas de pequeña capitalización por un 105% del índice tecnológico estadounidense. Incluso a corto plazo podemos decir que el Ibex Small Cap está mostrando más fortaleza, lo que no es nada desdeñable.
De este índice forman parte empresas como Aedas Homes, Atresmedia, Berkeley Energy, Biosearch…… En el siguiente enlace pueden ver todos sus componentes. Aquí.
Pues bien, cabe destacar desde el punto de vista técnico que ha desplegado un tramo proporcionalmente idéntico al que formó entre 2016 y 2018, que le ha llevado a superar los niveles precovid con mucha holgura y a marcar máximos crecientes sobre los 8.000 puntos de 2018.

Estamos muy pendientes de ver como se comporta en este entorno, puesto que confluyen tres resistencias muy importantes.
- El entorno resistivo intermedio de los máximos de 2009. Recordemos que no fue hasta 2012 que este índice logró formar un suelo sostenible. Para ello tuvo que salir el BCE con toda su artillería. No fue hasta el 26 de julio de 2012 cuando el expresidente Mario Draghi, en plena crisis de deuda soberana y con la prima de riesgo española superando los 600 puntos básicos, cuando proclamó el famoso ‘whatever it takes’, ‘haré todo lo que sea necesario, y créanme que será suficiente, para preservar el euro’. A partir de ese momento las bolsas europeas lograron retomar el pulso y por fin dar forma a un trabajoso suelo. En está ocasión su actuación está siendo radicalmente distinta y el BCE no ha esperado a lanzar lo que podría ser la segunda versión del ‘Whatever it takes’ siguiendo la estela de la FED desde los primeros compases del Covid-crash.
- El techo del movimiento lateral ascendente que discurre por los niveles actuales.
- Y el nivel teórico de resistencia que ofrece el 38,2% de Fibonacci de toda la caída originada en 2007 en la anterior gran crisis, que como podemos observar a pesar de la fortaleza del momento fue un auténtico Armagedón para las empresas de pequeña capitalización. Hablamos de los 8.800 puntos.
Exigíriamos que supere los 8.860 puntos para dar por confirmado el gran giro, un escenario de reestructuración que invitaría a ser ambiciosos de cara a próximos años. A corto plazo se abriría la puerta para seguir viendo mayores ascensos hacia los 9.650 y los 10.615 puntos, un 9% y un 20% de revalorización adicional respectivamente.
Por tanto, vigilamos su comportamiento y si supera resistencias se podría esperar a que concluya el actual tramo alcista, a que forme una posterior corrección para buscar ventanas de compra en títulos small cap, o bien, para aprovechar todavía la inercia alcista del índice en aquellos títulos que muestren una mayor fortaleza relativa. En este segundo caso sería con vocación de corto plazo. En el primer caso, esperando una corrección significativa, “buy on dips”, buscaríamos entradas con vocación de permanencia a medio y largo plazo, puesto que el momento técnico en el que se encuentra lo merece.
De una forma agresiva podría ser compra incluso si se produce una aproximación a los 7.800/7.730 puntos, que es lo que no tiene que perder para mantener intactas sus opciones de seguir avanzando.


