Dejamos atrás una semana con las espadas en todo lo alto, pero a la vez con mar en calma. Las bolsas están disfrutando de un pacto de no agresión que está permitiendo a los inversores pasar un verano muy tranquilo. Este pacto podría estar tocando a su fin y en breve podríamos asistir a turbulencias, a cierto oleaje, pero de fondo el mercado sigue dominado claramente por los alcistas, por lo que cualquier eventual corrección o consolidación será probablemente una simple pausa de orden menor para seguir ascendiendo.
Es evidente que producen cierto vértigo los niveles alcanzados por Wall Street, y que el mercado en algún momento tendrá que corregir de forma significativa parte de las subidas originadas en marzo del pasado año, un ajuste probablemente de entre el 38,2% y el 50% de toda la subida, pero de momento eso no tiene visos de suceder. Seguimos hablando de potenciales correcciones que serán eventuales, por lo que conviene tener en cuenta que a lo largo de la historia se ha perdido más dinero prediciendo un mercado bajista, con el coste de oportunidad que supone, que sufriéndolo directamente.
Atendiendo a los hechos, los principales índices de referencia estadounidenses se encuentran desarrollando lo que hemos venido considerando como el último latigazo alcista, y éste sigue vivo. Su recorrido consideramos que es limitado, pero, como decimos, sigue vivo y lo más probable a corto plazo es que aún asistamos a más subidas. Cada vez gana más enteros que el principal índice tecnológico Nasdaq 100 se dirija a buscar el techo del canal que viene acotando la tendencia alcista de los últimos meses, que actualmente se encuentra en la zona de los 15.850/16.000 puntos. Hasta ahí hay un 2-3% de subida antes de que forme un tramo correctivo significativo.
Comprar en estos momentos en busca de ese 2-3% adicional al alza nos parece muy arriesgado. Lo ideal es que esperen al menos una caída del Nasdaq 100 a los 14.450 puntos, que son los mínimos de julio, antes de realizar nuevas compras, sin descartar que podríamos ver una caída proporcional a la vista entre febrero y marzo de este año, del orden del 12%.




Las bolsas europeas van a otro ritmo, y el techo temporal que formaron hace tres semanas está vigente, por lo que los riesgos de ver una consolidación o corrección más amplia siguen latentes, lo que refuerza nuestra idea de que la recomendación es más mantener que comprar. Europa no encuentra la presión alcista suficiente para seguir la estela de Wall Street y permanece a la espera. Aunque volviera a presionar los máximos previos no sería suficiente para considerar que se alejan los riesgos bajistas si no los supera con mucha claridad. Seguimos esperando poner la ecuación rentabilidad riesgo de nuestro lado, y mientras no se produzca una aproximación a los mínimos de julio, que están a un 7% de distancia, nuestra recomendación será la de tener paciencia.
Rebotes al margen, seguimos esperando caídas que podrían dirigirse al menos hacia los 4.070/4.030 puntos de Eurostoxx y los 15.540/15.420 puntos de Dax, cuyo alcance provocaría muy probablemente interés comprador y desde donde ya empezaríamos a plantearnos tomar nuevas posiciones.



Con todo, el mensaje en el que queremos seguir insistiendo, es que seguimos viendo esta potencial corrección como una oportunidad para comprar, no para vender. Solo venderíamos aquellos títulos que muestren una debilidad estructural que no encaje con la continuidad alcista de la tendencia, que a todas luces sigue siendo alcista, y eso es lo más importante. Ya vendrán años bajistas, o años de tediosos laterales, por lo que debemos saber aprovechar la actual coyuntura, con respeto y los pies en el suelo, pero no con miedo.
Este artículo ha sido publicado también en elEconomista para los lectores de Ecotrader
El pacto de no agresión va tocando a su fin – Ecotrader.es (eleconomista.es)
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